Con el pasar de los años, hemos aprendido que la transformación de la materia prima debe dejar una huella y un impacto positivo en el ambiente y la sociedad.

La madera ha sido un material valioso en nuestra cultura. Sus prestaciones son inigualables tanto a nivel estético, como funcional. Como empresa hemos estado agradecidos y en deuda con la naturaleza. Fue así como a partir de 1980 decidimos convertirnos  en una industria pionera en el uso de maderas de plantación forestal, evitando así la tala de árboles provenientes de bosques primarios.

Debido a esto, la experiencia de fabricación ha sido satisfactoria para la empresa y para nuestros clientes y han fortalecido nuestra marca.

Ahora con mayor convicción, mantenemos la práctica de sembrar más de 1000 árboles por año en nuestras plantaciones. Mantenemos 40 hectáreas de bosque que nos han permitido estudiar procesos de reforestación, desarrollar metodologías propias e innovadoras apegados a un verdadero desarrollo sostenible. El resultado de esto fue sorprendente pues en nuestras fincas han surgido ecosistemas sumamente diversos con una exuberante belleza escénica.

Adicionalmente hemos realizado encadenamientos productivos con proveedores locales que utilizan esquemas similares y comparten nuestra filosofía de sostenibilidad.

Este esfuerzo ha motivado a otros a invertir en reforestación, en un país que presenta condiciones y capacidades idóneas.

Es importante mencionar que el avance en tecnología para producir madera laminada, uno de nuestros más importantes procesos, ha generado múltiples beneficios como el aprovechamiento de más del 80% de la materia prima así como la garantía y la calidad que nos distingue.

Para el año 2015, dimos un gran paso al instalar un sistema fotovoltaico con 612 paneles solares, una instalación con una potencia de 186.7 kW; equivalente a la energía utilizada por unos 103 hogares. En aquel momento fue el proyecto de autoconsumo vinculado a la red nacional más grande de energía solar en Centroamérica. Actualmente, nuestro rápido crecimiento en maquinaria nos pone nuevamente a prueba para continuar desarrollando sistemas de producción de energía limpia que abastezcan el 100% nuestra operación.

Finalmente, la incorporación de materiales en toda la cadena de valor nos ha hecho ser exigentes respecto a la trazabilidad en temas de sostenibilidad para cada uno de ellos, logrando mantener una importante cadena de suplidores nacionales e internacionales con altos estándares de calidad y certificaciones ambientales.

Debemos reconocer que nuestros clientes han sido fundamentales en nuestra historia pues cada vez más son más sensibles y buscan productos locales que impacten positivamente en lo ambiental y en lo social.

Somos conscientes de que nuestras acciones inciden en nuestro futuro. Tenemos clara la visión empresarial que deseamos heredar a nuestros hijos. Mantenemos firme el compromiso de continuar trabajando siempre con procesos eco amigables y con un desarrollo tecnológico que nos permita lograr nuestros objetivos en coherencia con nuestros valores.

Excelencia, sostenibilidad, innovación y progreso social con sello costarricense definen a Na Lakalú. Esperamos seguir compitiendo fuerte para preservar y fortalecer los más altos valores empresariales.